30/5/15

Día 5 - 6. En el tren, camino de San Francisco (parte II)

Mientras estaba disfrutando de mi profundo sueño, recordando inolvidables momentos, mi padre me despertó de una manera muy bromista, haciéndome una foto mientras yo estaba durmiendo. Se ve que estaba tan a gusto y disfrutando tan dulcemente de mis recuerdos, que se me había quedado la boca medio abierta y una gotita de baba asomaba entre las comisuras de mis labios. Al principio, me enfadé mucho, pero valió la pena haberme despertado, ya que, aunque nos quedaban infinitas horas de tren, había muchas cosas nuevas que íbamos a poder divisar, aunque fuese a través de una gran ventana de cristal.

En este viaje tan largo, atravesamos varios estados como: Iowa, Nebraska, Colorado, Utah y Nevada antes de llegar a nuestro destino final. Pasando también por ciudades importantes como: Omaha, Lincoln, Denver (después de esta última, atravesamos el parque nacional Arapaho, que antiguamente era un territorio indio), y Salt Lake City (en esta última ciudad pudimos contemplar desde la ventana, el gran lago de Salt Lake). Más tarde,pasando Salt Lake atravesamos el desierto de Nevada. A continuación, en Reno atravesamos un precioso paisaje dentro del parque estatal Donner Memorial.

Por otra parte, dejando de lado todas las paradas por las cuales pasamos, en total 26, tengo que añadir que tanto mis padres como yo estuvimos muy bien atendidos en el tren haciéndonos pasar las horas de la forma más amena posible. En este transporte contamos con distintos vagones que nos ofrecían amplias posibilidades: disponíamos de un vagón comedor, vagón cama, vagón cafetería, el cual era espectacular, porque esta cafetería estaba totalmente acristalada para poder disfrutar de los paisajes por los cuales íbamos pasando.

A pesar de todas las nuevas cosas que íbamos descubriendo, el cansancio del propio viaje nos dejó muy agotados, ya fuera por no dormir cómodamente o por los ratos de aburrimiento; así que, nada más caer la noche, sobre las 23:30, los tres acabamos por entrar en un profundo sueño, aunque nuestra ilusión iba aumentando conforme nos acercábamos a nuestro destino.

Ana Docavo

No hay comentarios:

Publicar un comentario