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4/5/15

Día 2. Visita a Nueva York (Quinta Avenida) - II parte

De camino a ir de shopping, pasamos por Columbus Circle, cuyo lugar se conoce como la intersección de Broadway, Central Park West, Central Park South y de la Octava Avenida. Es una plaza tremenda, parecido a una enorme glorieta en la que se destaca una magnífica fuente que la rodea. Además, se caracteriza por tener en el centro de la plaza una gran estatua en honor a Cristóbal Colón.

Conforme íbamos haciendo ruta, nos llamó mucho la atención la cantidad de lugares tan grandes y repletos de monumentos jamás vistos por nosotros, así que decidimos hacer un cambio de plan. En lugar de ir de compras (que ya iríamos si nos daba tiempo), ir a la aventura para seguir viendo lugares tan bellos y poder hacer un sinfín de fotografías. Una vez dada la vuelta a la plaza, entramos al parque para dar un paseo tranquilamente. Vimos el tiovivo más antiguo de la ciudad, el lugar donde se reúne la gente a jugar al ajedrez, como sale en Independence DayThe Dairy; además, pudimos ver una casita de madera donde se han casado algunos famosos... Vimos también, la estatua de Balto y estuvimos en la entrada del zoo, pero estaba cerrado.

Más tarde, cogimos un taxi en dirección Broadway hacia el norte hasta llegar a Prince Street, que nos habían dicho que las tiendas de esa zona eran pura delicia. El taxi tardó en llevarnos unos 20 minutos, pues quisimos ir por la ruta de Lexington Ave.
Aquí estuvimos viendo tiendas de todo tipo, de electrónica, de ropa, etc. Entramos a un A|X (Armani Exchange), y a varias más. Al final, después de tanta tienda, terminamos cenando en un bar en Broadway antes de comenzar la ruta de vuelta al hotel. Una vez terminados de merendar, vimos el Soho Building, algunos edificios más y entramos en la tienda de Prada, más que por comprar, por ver su decoración, que es muy buena.

A lo tonto, entre ir de shopping (que por cierto, hicimos bastante ejercicio muscular entre tantas bolsas de ropa y "típicas figuritas" que quieres tener en tu habitación de recuerdo) y echar fotos a diestro y siniestro por todas las calles visitadas, se nos hicieron las 2 de la madrugada, y fue cuando ya decidimos ir pensando en volver al hotel.
Cogimos un autobús sobre las 2:15 (que por cierto, allí sí que circulan autobuses a altas horas de la madrugada, no como en Valencia), así que nos tocó hacer un viaje en bus de hora y cuarto hasta el hotel; pero en fin, todo fuese por llegar a la cama y poder dormir del tirón.

Mónica Morell.

29/4/15

Día 2. Visita a Nueva York (Quinta Avenida) - I parte

Al día siguiente, nos pusimos el despertador (con la hora ya de Estados Unidos) a las 10:30h porque teníamos mucho sueño acumulado entre las horas de avión y el odioso jet lag.
Nos dimos una ducha en nuestro fantástico baño con hidromasaje y, como nuevos, nos fuimos a desayunar. Pero tuvo que ser en una cafetería cercana al hotel, porque en esta ya se había acabado el tiempo para los desayunos. Nosotros, no entendíamos cómo los americanos podían despertarse tan temprano aún estado de vacaciones y, sobre todo,  cómo podían hacer esos desayunos tan copiosos, cuando los españoles siempre hemos sido más de café y tostadas.
Finalmente entramos en la cafetería e hicimos un poco de hambre. Mi madre, la más golosa, se decidió por unas tortitas con sirope y para beber, café. Mi padre y yo, que siempre hemos sido más de salado que de dulce, nos deleitamos con un plato de huevos revueltos con bacon y, dos zumos de naranja para acompañar.
Cuando terminamos de desayunar, decidimos coger un taxi para dirigirnos al centro de Nueva York y empezar nuestra ansiada ruta turística.
Esta vez, empezamos a lo grande y decidimos visitar parte de La Quinta Avenida (como podréis comprobar era imposible que visitáramos dicho lugar en un solo día, ya que la calle cruza Nueva York de norte a sur). Después de esperar unos minutos de trayecto, el taxi nos dejó muy cerca de Central Park, pero antes de entrar al parque, nos dimos cuenta de que a su alrededor, habían muchas tiendas que tenían muy buena pinta y decidimos visitarlas después del parque.
Cuando entramos, nos quedamos fascinados por la belleza natural de aquel lugar. Tanto, que decidimos sentarnos a admirar las vistas. Una vez admirada aquella parte del parque llena de paz, armonía y tranquilidad, decidimos levantarnos y dar un paseo. Durante el paseo y, con unas hermosas vistas durante el sendero, llegamos hasta Belvedere Castle, un precioso castillo famoso por las vistas que se dan desde él de la gran manzana. La verdad, es que no habíamos visitado ningún lugar tan especial e impactante a la vez. Su interior, era precioso y delicado, como si de algún noble se tratase y, las vistas de Nueva York desde su exterior, eran impresionantes.
Se nos hizo tarde con tanta admiración y, finalmente decidimos irnos a comer a algún lugar cercano.
En este caso, no nos hizo falta irnos muy lejos y, recorriendo el parque nos dimos cuenta de que había un restaurante que recibía el nombre de Central Boathouse. Estaba rodeado de un lago precioso que pudimos recorrer después de comer algo. Esta vez no teníamos mucha hambre porque habíamos desayunado medianamente tarde y, decidimos pedirnos un sanwich de pollo con ensalada, acompañado de patatas fritas mientras disfrutábamos de las preciosas vistas del lago. Cuando terminamos de comer y, después del café, decidimos deleitarnos con ese paseo en barca que tanto nos habíamos prometido. La verdad es que nos quedamos anonadados con tanta belleza junta y, con la de fauna y flora que pudimos observar en aquel pequeño paseo.
Finalmente, nos dimos cuenta de que la barca había terminado su trayecto e impresionados por la belleza y magnitud del parque, decidimos salir de él para irnos de tiendas (o de shopping como dirían ellos).
Aquí podéis ver, lo precioso que es Central Park, en todos los sentidos.


Este es el castillo que visitamos. Se llamaba Belvedere Castle y, las vistas desde él eran espectaculares.


Este es el restaurante al que fuimos a comer. Se denominaba Central Boathouse y estaba al lado del río Manhattan. Después de comer, pudimos dar un pasea en uno de los barcos del restaurante.


Este es el restaurante visto por dentro. Sinceramente impresionante.


Ana Gasent.